17 versículos de la Biblia sobre las buenas obras que Dios preparó para nosotros

17 versículos de la Biblia sobre las buenas obras que Dios preparó para nosotros

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” Efesios 2:10. Estas son obras que ya están hechas, no con nuestra propia fuerza ni para nuestro propio beneficio, sino por la gracia de Dios y en obediencia a Él, guiados por el Espíritu Santo, para la gloria de Dios.

El camino a encontrar estas obras es el camino de vida porque “el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” 1 Juan 2:17.

“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos… apartaos de mí, hacedores de maldad.” Mateo 7:21-23.

Leemos constantemente sobre las iglesias en Apocalipsis capítulo 2 y 3: “yo conozco tus obras”, “haz las primeras obras”, “aborreces las obras de los nicolaítas”, “tus obras postreras son más que las primeras”, “…y guardare mis obras hasta el fin”, “porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios…” En otras palabras, ¡sus obras deberían haber sido perfectas!

La único que le interesa a Dios son nuestras obras – ¡las obras que Él ha preparado para nosotros! ¡Es lo único que pesa en la balanza!

Da click aquí para leer el un artículo acerca de cómo la fe se hace activa por andar en las obras que tenemos preparadas.

¿Qué dice la Biblia acerca de las obras preparadas?

“Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.” Eclesiastés 9:10.

“Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.” Eclesiastés 12:14.

Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo. 2 Corintios 5:10.

“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?… ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.” Santiago 2:14-26.

“…Porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Apocalipsis 19:7-8.

“Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. Tito 2:14.

“Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras. Tito 2:7.

“Que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra. Tito 3:1.

Para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras.” Tito 3:8.

“Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto.” Tito 3:14.

“…Siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra. Tito 1:16.

“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.” Santiago 1:22.

“¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.” Santiago 3:13.

“He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. Apocalipsis 22:12.

La fe te lleva a las obras

Entendemos con bastante claridad – suponiendo que queremos entender – que lo único que tiene algún valor, lo único que cuenta y lo que se requiere son estas obras.

¿Qué ocurre entonces con las obras que Cristo ha hecho por nosotros? ¿La obra que consumó?¿Su gracia? Todo esto tiene la intención de influir en nuestras obras para que puedan ser puras, buenas y podamos resistir la prueba delante de Dios. En el grado en el que nuestras obras cambian es el grado en el que hemos sido salvados, y seremos recompensados conforme a ellas.

No sirve de nada querer hacer el bien si no se hace. Por supuesto, no hay otro cristianismo que el cristianismo de obras. ¡Todo lo demás es y permanece, como dice la palabra, como un engaño!

Este artículo fue traducido del noruego y es una versión ligeramente editada del libro “El camino de vida”, capítulo “El camino de las obras” y fue publicado por primera vez en 1935.