La pregunta sobre la divinidad de Jesús ha sido el epicentro de discusiones teológicas desde el principio de la iglesia. En el concilio de Nicea en el 325 d.C., los padres de la iglesia afirmaron que Jesús el hijo de Dios es «el Dios verdadero del Dios verdadero». Hoy en día, credos como este son la guía de las iglesias a través del mundo y aun así existe confusión sobre quién es Jesús. Para algunos, Jesús es un profeta radical, nada más que un pie de página en la historia. Para otros, Jesús es el único Hijo de Dios, un Dios completo y un Hombre completo, el autor de la historia entrando en la historia. Lanier nos muestra usando el Antiguo y Nuevo Testamento por qué este último punto de vista es verdaderamente bíblico.