Está en la esencia del ser humano el querer destacar y ser el mejor en todo, es como sí por instinto buscáramos ser el ejemplo de excelencia para los demás. Y créeme, buscar excelencia no es algo malo. Sin embargo, muchas veces deseamos excelencia en todo lo que realizamos y al no conseguirla nos sentimos frustradas e insuficientes. A menudo nos llena de seguridad sentir que otros admiran nuestros talentos pero en aquello que no nos sentimos tan capaces, encontramos inseguridad.
Hoy quiero hacerte entender la realidad, probablemente nunca logres ser excelente en todo lo que quieres de la manera que quieres, ten por seguro que siempre tendrás áreas de debilidad y que hay dones que otros tienen y tú no. Pero también quiero reconfortarte y decirte que justo así es como fuiste diseñada y que sí creemos en un Dios perfecto sabemos que Él crea todo a la perfección y con propósito.
“Dios, en su gracia, nos ha dado dones diferentes para hacer bien determinadas cosas. Por lo tanto, sí Dios te dio la capacidad de profetizar, habla con toda la fe que Dios te haya concedido. Sí tu don es servir a otros, sírvelos bien. Sí eres maestro, enseña bien. Sí tu don consiste en animar a otros, anímalos. Sí tu don es dar, hazlo con generosidad. Sí Dios te ha dado la capacidad de liderar, toma la responsabilidad en serio. Y sí tienes el don de mostrar bondad a otros, hazlo con gusto.”
Romanos 12:6-8
“Dios, de su gran variedad de dones espirituales, les ha dado un don a cada uno de ustedes. Úsenlos bien para servirse los unos a los otros.”
1 Pedro 4:10
Me encantan los versículos anteriores porque son un recordatorio de que todas hemos recibido por gracia de Dios la capacidad de hacer bien distintas cosas, pero también son una invitación a abrazar aquello que Dios nos ha dado, a darle un buen uso y a servirnos las unas a las otras.
Tal vez no fuiste llamada a cantar como esa artista, a hablar en público como ese predicador o a escribir como ese autor pero si fuiste llamada a hacer bien otras cosas. No te conozco y no sé qué es aquello que te apasiona pero Dios sí lo sabe y es justo en esa área en la que Dios quiere que desarrolles tu habilidad de bendecir a tu prójimo y de exaltarlo a Él con ese don que te ha entregado.
A lo mejor estás leyendo este blog pensando que no hay una sola cosa en la que seas buena pero quiero recordarte que justo eso es lo que el diablo quiere que creas (que no tienes propósito, valor o talento alguno) pero tenemos un Dios tan bueno que nos recuerda una y otra vez cuan amadas, bendecidas, talentosas, y valiosas somos. Así que te reto a pasar tiempo buscando más de Él y pedirle que te revele aquellos talentos y pasiones que ha puesto en ti ó a intentar cosas que nunca antes te has atrevido a hacer (tal vez tu talento se encuentra en aquello que siempre has tenido miedo de intentar).
Vivimos en un mundo tan individualista que nos orilla al orgullo de no aceptar ayuda pero como siempre el reino de Dios es contracultural. Fuimos creados para apoyarnos y servirnos las unas a las otras. Sí, tu talento puede que sea de bendición para alguien más pero talentos de otros pueden bendecirte más de lo que imaginas. (Llevar productos que) Y creo firmemente que Dios quiere hacernos mujeres generosas, dispuestas a bendecir con nuestros talentos; y humildes que aceptan la bendición que Dios provee mediante los talentos de aquellos que nos rodean.
Tus talentos bendicen a otros y exaltan a Dios pero también en tu debilidad puedes hacerlo. Soy un número tres en el Eneagrama y por consecuencia tiendo a querer ser la mejor en todas las áreas. Muchas veces, desafortunadamente, lo he intentado en mis fuerzas y recordar mi debilidad y mi incapacidad para destacar en todo, ha llegado a causarme frustración pero encuentro alivio y paz a través de uno de mis versículos favoritos, 2 Corintios 12:9.
“Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí.”
Hoy Dios quiere recordarte que tienes tanto para dar con los talentos que te entregó, pero que en tu debilidad es donde Él se perfecciona. Su gracia es todo lo que necesitas para ser usada y fortalecida así que alégrate en tus debilidades.
ORACIÓN:
Señor Jesús, gracias porque tu inmensa gracia nos ha bendecido con distintos dones a cada una. Revélanos los talentos que has puesto en nuestras manos para bendecir a otros. Te pedimos humildad para abrazar la bendición y que a través de los talentos de otros podamos reconocer que en nuestra debilidad Tú eres fuerte. Recuérdanos que cada don es dado por ti y que en cada uno de ellos Tú seas exaltado.
En el nombre de tu hijo Jesús, amén.
Escrito por: Chris Mendez