Hay muchas preguntas de suma importancia de la que muchos se cuestionan, como ¿Por qué fue crucificado Jesucristo? ¿Por qué sufrió tanto? ¿Qué tiene que ver esto conmigo? Por último, ¿quién lo envió a la muerte? La respuesta a la última pregunta es que fue Dios. Jesús era el Hijo de Dios. El sufrimiento fue insuperable, pero todo el mensaje de la Biblia conduce a esta respuesta: ¿Por qué sufrió y murió Cristo? La cuestión central de la muerte de Jesús no es la causa, sino el significado: el significado de Dios. De eso trata este libro. John Piper ha compilado del Nuevo Testamento cincuenta razones. No cincuenta causas, sino cincuenta propósitos, en respuesta a la pregunta más importante que cada uno de nosotros debe enfrentar: ¿Qué fue lo que logró Dios al enviar a su Hijo a morir por nuestros pecados?